La filosofía se ha planteado la cuestión de la naturaleza del ser humano desde tiempos inmemoriales. Desde el aristotélico hombre social, hombre político, al hombre racional, egoísta, solitario, lobo, moral, cordero de Dios, bueno, carente de reconocimiento, motor del impulso sexual...pero, qué somos.
Por qué demonios en este mundo nuevo hay tan poco compromiso, tan poca implicación con las ideas. Por qué no dura una pareja, una amistad, por qué todos nos tratamos como objetos y usamos lo material para que nos quieran y nos reconozcan. Vivimos en la superficialidad y en la apariencia y no queremos parar a darnos cuenta. Todo es trabajar, competir, pelear, imponer nuestro ego. Ego, ego, ego, ego, ego por todos lados. Y encima nos creemos libres, cuando la libertad comienza, muy posiblemente, con la limitación de la libertad.
Por qué somos mas libres si nos dejamos llevar por nuestras pulsiones, deseos e imposiciones sentimentales? O somos más libres si controlamos nuestro destino para conducirnos adónde queremos llegar?
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