Hans Castorp se encuentra en un bar con el estudiante Törless. Se miran al pasar y al rato entra por la puerta Frédéric Moreau, acompañado de Julien Sorel.
Desde la calle, a través de la ventana Ignatius J. Reilly los mira, a todos juntos, consternado y lleno de odio elefántico. "Maldita clase alta", se dice. "Yo siempre seré considerado literatura de clase media..."
Newton contempla con una lupa -fabricada bajo instrucciones de la cábala- la situación, desde su despacho lucasiano, adelantando el tiempo y mezclando espacios...mientras Leibniz se ríe jocoso desde el cuántico sofá divino de los mundos posibles y las verdades de razón.
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